Tras casi dos años de distanciamiento anti-covid, volver a un cine para ver el video documental titulado “Retorno” ha sido una suerte doble, más bien triple, gracias a su factura impecable tanto en forma como en contenido, además de una feliz sorpresa: hacernos latir la existencia de los emigrantes entre Canarias y Cuba a lo largo del tiempo…

Quienes asistimos a la proyección inaugural de esta obra -el reciente 29 de octubre del 2021 en el cine Yara- respondiendo a una de las excelentes invitaciones que la Consejería Cultural de España brinda al público habanero mensualmente, pudimos disfrutar la sensación de ser más que espectadores. Quizás porque el tema de las migraciones resulta vital para todos los cubanos desde los comienzos de nuestra nacionalidad transcultural hasta el presente global, pero sobre todo debido al guión y dirección de la destacada artista cubana Blanca Rosa Blanco.

Junto a ella, un equipo en que la producción de Carlos de la Huerta, la dirección de fotografía de Alexander González, el sonido de Damián Rubiera, y la edición de Adrián Blanco, junto a todos los integrantes del colectivo, logran un resultado de excelencia, tan creativo como sencillo. Combinación que los convierte en autores -sin presumirlo y precisamente por eso- de una contribución muy original al cine antropológico iberoamericano y universal.

Así es como la fiesta de los indianos en esa isla canaria deja de ser algo distante y por magia del arte somos transportados a La Palma, entre los elocuentes testimonios de emigrantes y familiares, investigadores y retornados, vecinos y turistas… “en fin, el mar”, pero un mar de latidos humanos, tan genuinos que durante 52 minutos no sólo pudimos escuchar y observar su palpitar, sino también sentirlo en nuestro propio pulso.